
Un Legado de Fragancias:
Annie Buzantian
La desarrolladora de fragancias detrás de aromas como Estée Laduer pleasures y Sensuous Nude, nos cuenta lo que significa ser una "nariz," y su viaje personal a través de los perfumes.
Cada perfumista tiene una historia diferente. Todos y cada uno de ellos. A pesar de que las fragancias que creamos, a menudo son para otras personas, reflejan lo que somos; las creamos a través de nuestra experiencia, tienen nuestra huella.
Nací en Rumania Armenia, pero mi familia y yo nos fuimos a Nueva York cuando tenía veinte años. Esperaba volver a la universidad, pero gracias a la buena suerte - uno de esos accidentes afortunados que todo el mundo necesita en su vida - conseguí un trabajo en una fábrica de perfumes. Dos años más tarde empecé a trabajar en la casa de fragancias Firmenich, y ya llevo 42 años ahí.

Me asignaron al laboratorio, y me enseñaron cómo componer una fragancia, creándola con un cierto orden, igual que una receta. Pronto comencé a tomar una base de fragancia y le agregaba esto o aquello. Me fascinó porque me encanta mezclar colores y me encanta la música. La música fue una de las cosas más fundamentales para comprender cómo crear un perfume. Incluso el lenguaje es similar, ya que hablamos de notas de la fragancia, y hablamos de acordes - un acorde es una combinación armoniosa de notas. Empiezas una nueva composición armando un par de notas para ver si combinan, y en la perfumería es lo mismo.
Cuando empecé no tenía ni idea de la perfumería, inicialmente, una de las únicas fragancias que realmente conocía era la de rosas, porque cuando visitábamos a mis abuelos en Bulgaria pasábamos por campos interminables de rosas. Pero creo que fue algo afortunado, porque no tenía ningún punto de referencia, así que tuve que encontrar mi propio camino. Fue como empezar desde cero.
Todavía recuerdo la primera vez que usé un ingrediente y pensé, "No puede ser, esto me recuerda..." Cuando era niña, vivíamos en Rumania en el Mar Negro, justo en frente de la playa, y el camino al agua estaba lleno de unas plantas que se podían oler a medida que bajabas hacia el mar. Siempre me acordé de ese olor, después descubrí que se llama gálbano - y sigue siendo uno de mis favoritos.

La inspiración viene de todos lados. Lo más aterrador cuando eres un perfumista joven es preguntarte ¿de dónde consigo ideas? y ¿cómo sé si siempre voy a tener ideas nuevas? Pero si estás abierto a nuevas experiencias, puedes almacenar ideas y pensamientos y cosas en pequeños cajones de tu cerebro - nunca sabes cuándo las vas a necesitar. A veces, lo más inspirador es tu cliente. Cuanto más aman las fragancias y quieren hacer algo especial, más emocionante es trabajar con ellos.
Una de las experiencias más memorables que he tenido, que cambió mi vida y mi carrera, fue conocer a la señora Estée Lauder. Yo sabía que amaba las fragancias, y que amaba las combinaciones. En 1984 visitó una feria de Bolonia, en donde consideró a dos fragancias especialmente buenas. Cuando regresó a Nueva York, quería conocer a los perfumistas - ¡y uno de ellos era yo! Me sentí muy orgullosa.
Me gusta el lipstick rojo porque me hace feliz, y me gusta la ropa femenina que me ajuste bien. Mis fragancias reflejan lo mismo: son simples y sin complicaciones, con un diferenciador, pero siempre femeninas y hermosas. Me hacen feliz. - Entrevista para Estee Stories