“No importa qué esté haciendo, siempre estoy pensando en helado al menos un poquito," dice Jeni Britton Bauer. (Pero en serio: ¿quién no lo hace?) Para la fundadora de la empresa favorita de helados Jeni's Splendid Ice Creams, este dulce placer es más que sólo un antojo congelado: es una pasión de toda la vida. Antes una perfumera amateur y licenciada en historia del arte, Jeni se las arregló para canalizar todos sus intereses y talentos en un amado postre, y con el tiempo logró expandir su imperio de helados, con base en Columbus, Ohio, hasta 23 sucursales en todo Estados Unidos, además de escribir un libro de cocina, mejor vendido según el New York Times, y de paso ganar un premio James Beard en el camino. “Hice mi primer helado en 1996—agregué aceite esencial de cayena a un helado de leche de chocolate que compré en el súper,” recuerda Jeni. “El cielo se abrió y pude ver mi vida entera frente a mí. Seis meses después abrí mi primera heladería, y desde entonces no he hecho más que estudiar el helado.”
Es interesante notar que Britton Bauer no piensa en el helado como un postre. “Nosotros los que somos del Oeste Medio de Estados Unidos, solemos comer un empalagoso rol de canela y comúnmente nos referimos a él como rol para cenar, ¡así que mi perspectiva respecto a lo dulce proviene de ahí!” bromea. Pero Jeni no ve el helado como una forma de arte, con sabores como Birch and Mashmallows, Wildberry Lavender y Bourbon Salted Pecan en su paleta—además de los más gustados como Milkiest Chocolate y Ndali Estate Vanilla Bean. “Creo que el helado es un perfume comestible. Siempre me han fascinado los aromas,” admite. “Un día usé helado para incorporar un aroma y se me abrieron las puertas de un nuevo mundo. Poco después, fui a una exhibición donde un artista llenó frascos gigantes con aromas y se les pedía a los espectadores que levantaran la tapa y olieran el aire adentro. Cuando vi aquella muestra, conecté el aroma con el arte.”
Considero que el helado es un perfume comestible.
El Bronze Goddess Sundae
Cuando escuchamos esta historia, no nos sorprendió que la oportunidad de crear un helado tipo sundae inspirado por una fragancia fuera un proyecto de ensueño para Britton Bauer. “Es realmente etéreo,” afirma respecto a la icónica fragancia Bronze Goddess. “En verdad huele como uno quisiera oler en la playa o bajo el sol de verano.”
“Este sundae enfatiza algunos de nuestros elementos favoritos de Bronze Goddess, inspirado por las notas más comestibles de nuestra fragancia—flor de naranja, coco y hermoso sándalo,” explica Britton Bauer. “Se trata de nuestro helado Salty Caramel, con una capa de coco tostado, crema batida con miel, y cerezas escalfadas en frío con azúcar, jugo de limón y agua de flor de naranja.”
Rinde para 4 sundaes
Para las cerezas escalfadas en frío
- 2 tazas de azúcar granulada
- 1 ½ tazas de agua
- ½ taza de licor de durazno
- 4 cucharaditas de jugo de limón (1 limón grande)
- 3 cucharaditas de agua de flor de naranja
- 12 onzas de cerezas frescas (rojas ácidas u oscuras dulces), sin semillas y partidas a la mitad
Para hacer las cerezas escalfadas en frío
En un sartén pequeño, calienta agua sobre fuego medio hasta que hierva. Agrega azúcar y jugo de limón, y bate hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. Aparta hasta que enfríe.
Sumerge por completo las cerezas en el jarabe de azúcar. Sella en un contenedor hermético y deja remojar, dentro del refrigerador, por al menos 4 horas o toda la noche.
Para el sundae
- 1 bola de helado Salty Caramel
- 2 cucharaditas de cerezas escalfadas en frío
- 2 cucharaditas del líquido usado para escalfar
- 2 cucharaditas de ralladura de coco endulzado y tostado
- Honey-Whipped Cream* al gusto
*Revuelve 1 taza de crema batida con 1 cucharadita de miel
Para servir cada sundae
Coloca una bola de helado de Salty Caramel en un tazón. Encima agrega las cerezas escalfadas en frío y el líquido para escalfar. Agrega crema batida al gusto, luego esparce ralladura de coco tostado. Guarniciona con una cereza escalfada en frío.
